miércoles, 29 de septiembre de 2010

SINCRETISMO Y MASONERÍA

Por: Fabian Velez
M:.M:.

El hombre vulgar, cuando emprende una cosa,

la echa a perder por tener prisa en terminarla.

Lao Tse


Aunque la masonería tradicionalmente fue vista como una institución secreta, la realidad es que simplemente es discreta; la diferencia entre la masonería de antaño y la actual, radica en que cada vez somos mas permeables a la influencia de movimientos, ritos o religiones que en tiempos pasados, no tenían como llegar a la masonería pero que, a través del avance tecnológico, han logrado ingresar a nuestros templos sin recato alguno.


Esto ha tenido como consecuencia que se presente un sincretismo de todos estos movimientos con la masonería, promovido principalmente por HH:. que, habiendo recibido una deficiente instrucción masónica, han llegado a la conclusión que la masonería es apenas un nombre, un emblema, detrás del cual reciben cobijo cualquier tipo de ideas, dejando de lado el método de instrucción masonico y olvidando que la masonería, sin ser un fin en si misma, posee unas características que la hacen exclusiva y excluyente.


Si bien es cierto, la masonería puede ser abordada desde diversos puntos de vista, como el esoterismo, el hermetismo, el espiritualismo, el racionalismo, el laicismo, el nacionalismo e incluso el deismo, no menos cierto es que debe existir, y de hecho existe, un punto de confluencia entre todas estas vertientes dentro de la Orden.


Este punto de confluencia son los símbolos y signos masónicos, rasgo distintivo de los masones de todo el orbe, que sin ser definitivo y estrictamente determinado, involucra una serie de conceptos y formas de inducción que hacen que en ultimas, todos los masones terminen pareciéndose. Bien dice Luis Umbert Santos que: “Uno de los medios mas poderosos que tienen los francmasones para reconocerse entre si, y también para acreditar el grado que poseen, sean del rito que fueren, son los signos”[1] De allí la tradición del reteje, en donde un masón es sometido a prueba en cuanto a sus conocimientos como tal, poniéndose en duda su calidad de miembro de la Orden, si no acierta a responder.


Sin embargo, el sincretismo al que nos vemos avocados, nos lleva a pensar que la falta de instrucción masónica esta generando una perdida de identidad, provocada por que el método masonico esta siendo utilizado solo como excusa para reunirse a aplicar y transmitir principios o doctrinas ajenas a la Orden.


Pero antes de seguir adelante, alinderemos el tema y comencemos por el sincretismo como tal. Según el DRAE, se define sincretismo como un sistema filosófico que trata de conciliar doctrinas diferentes, y en otra acepción se dice que es una expresión en una sola forma de dos o más elementos lingüísticos diferentes.[2]


Pues bien, la situación actual de muchas logias hace honor a ambas acepciones. Por una parte, en algunos talleres se ha tratado de hacer coincidir la masonería con el ideal de muchos movimientos iniciaticos, que sin ser nada malo o erróneo, simplemente no son masonería. Así mismo, identificando el simbolismo masonico como una forma de comunicación, mas comúnmente como una lengua, se le trata de equiparar con expresiones o símbolos profanos, entendido esto ultimo como aquello que no es masonico.


Si aun no hay claridad al respecto, un ejemplo de sincretismo es tratar de identificar la masonería, sus símbolos y sus principios, con temas religiosos, herméticos y hasta políticos. Que en muchos casos la interpretación del símbolo masonico coincida con otras vertientes, es otra cosa.


Y que quede bien sentado, que cualquiera de las anteriores son formas validas de avocar la masonería, pero respetando la esencia de la Orden, porque no es lo mismo que se discuta en logia sobre un tema especifico, a que la tenida se convierta en una alegoría del tema de discusión, pues de esa forma la masonería como tal, pierde su sentido.


Se ha llegado incluso al punto que algunos símbolos tradicionales masónicos están siendo reemplazados o, sistemáticamente eliminados, al no compaginar con la ideología de los movimientos que se quieren asimilar a la Orden, e incluso las ceremonias solemnes se han ido desnaturalizando y se le han incluido principios que nada tienen que ver con el Arte Real.


Entonces, es menester recordar que una de las obligaciones de todo V:.M:. es nunca dejar de lado la enseñanza masónica en el seno de los talleres[3], pero, ¿como exigir el cumplimiento de esa obligación a aquel que accede al cargo sin haber recibido una correcta instrucción? No se puede enseñar lo que no se ha aprendido, como no se puede dar lo que no se tiene.


Cuathemoc D. Molina Garcia 33°, miembro de la Logia Concordia #1 Xalapa, Veracruz, G.L. Unida Mexicana, nos dice lo siguiente: “Afirmamos aquí que la esencia de la Masonería -los tres Grados básicos- radica en su simbolismo, y éste, en su ritualidad ceremonial. Por tanto, prescindir de los procesos rituales en los conferimientos de los Grados esenciales del Gremio constituye una grave falta al espíritu formativo y a la transmisión correcta del saber y del sentir masónicos. No puede un sujeto afirmar que posee la Masonería, si los Grados le fueron conferidos a "golpe de mallete". ¿Cómo puede un individuo expresar sus impresiones y experiencias, si jamás tuvo la oportunidad de vivir la experiencia iniciática, por simbólica que ésta sea?”[4]


La pagina web de la Respetable Logia Simbólica Femenina "MARIE CURIE" No. 34 de la G:.L:.U:.F:. ALMA MEXICANA. nos dice que “aunque la masonería tiene reglamentos específicos para otorgar los grados en sus diferentes ritos y en sus diferentes naciones, la obtención de los grados es un asunto personal, ya que son los deseos de superación y los niveles de participación, iniciativa, entusiasmo y responsabilidad los que fijen los tiempos en que cada miembro de la logia vaya obteniendo los grados y los cargos.”[5]


Eso nos lleva entonces a la labor de las luces del taller, quienes deben procurar que AApr:. y Ccomp:. vayan recorriendo el camino masonico de forma metódica, interiorizando los principios de la Orden, valorando y entendiendo sus símbolos y signos. No es posible que, simplemente por llenar los requisitos de forma, como lo son el paso del tiempo, la presentación de trabajos o la asistencia a determinado numero de tenidas, se otorguen grados masónicos, si ese H:. en realidad no ha comprendido a que se viene a la masonería o, lo que es aun peor, ni siquiera se le ha transmitido el conocimiento necesario para entenderlo.


Y es que, por esa vía, se puede llegar a exabruptos como el del Q:.H:. Tomas Cipriano de Mosquera quien se inventó un grado 34 denominado “Acrisolados Amigos de Colombia”. y de una vez se lo fue otorgando a sí mismo.[6]


Lo hasta aquí dicho, no implica una defensa a ultranza de la ortodoxia masónica, en donde el símbolo lo es todo, por que lo que en realidad se quiere significar es que, para lograr los reales objetivos de la masonería se debe, ante todo, respetar su esencia para, a través de ella, alcanzar “la felicidad del hombre por el bienestar de las mayorías”[7]


Y para ello tenemos el método masonico, cuyos aspectos básicos son El Rito, El Debate y la La Fraternidad, en donde el primero, el rito, señala el modo de hacer y de decir y mantiene el orden de los procesos, conteniendo además el simbolismo asociado al método, lo cual proporciona el conjunto de elementos que inducen a la reflexión. El segundo, el debate, supone para el masón un aprendizaje en el control de las emociones y en la autorregulación del individuo, ya que se debe enfrentar a la posibilidad de cuestionamiento a sus planteamientos, aceptando ese hecho con madurez y prudencia. Y el tercero, la fraternidad, como la síntesis que da sentido a todo lo demás, donde el verdadero masón va a reflejar lo que va aprendiendo en el trabajo de pulir su piedra bruta.[8]


Para desarrollar estos aspectos básicos tenemos, según Javier Otaola, ex Gran Maestro de la Gran Logia Simbólica Española, tres principios o criterios que a todos nos obligan: 1. El deber de transmisión, entendido como la asunción por parte los hermanos mas veteranos de que son depositarios de unos conocimientos que no les pertenecen, sino que están en sus manos para ser cabalmente transmitidos a los hermanos masónicamente mas jóvenes. 2. La pureza de la transmisión, queriendo ello significar la lealtad de cada masón para con la integridad y la riqueza del conocimiento masónico recibido, es decir: los mitos, símbolos, rituales, costumbres y las virtudes morales e intelectuales veneradas tradicionalmente entre masones. Y 3. Modernidad de la transmisión, aspecto que se refiere a que la transmisión del conocimiento masonico debe ser en un idioma y de tal forma que este acorde con los tiempos actuales, pero sin desentonar con las tradiciones masónicas.[9]


Si nosotros, como MM:.MM:. logramos interiorizar el método masonico, dándole aplicación permanente en nuestros talleres, estaremos formando una nueva generación de masones que respeten la Orden y nunca pretendan amalgamarla con otros movimientos, preservando su sentido, su finalidad y por sobretodo, su identidad.



Recibid todos un T:.A:.F:.




[1] GUIA DE ORO DEL FRANCMASON, Luis Umbert Santos

[2] DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA - Vigésima segunda edición

[3] GUIA DE ORO DEL FRANCMASON, Luis Umbert Santos

[4] http://revistaheredom.blogspot.com/2009/09/la-feria-de-los-grados.html

[5] http://rlsfmariecurie34.hostoi.com/Mc_05_PreguntasFrec.htm

[6] http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/revistas/credencial/abril2008/ensaladilla.htm

[7] GUIA DE ORO DEL FRANCMASON, Luis Umbert Santos

[8] http://rlaltuna.com/planchas/IZETA_EL_Metodo.pdf

[9] http://colectaneamasonica.blogspot.com/2008/07/la-trasnmisin-del-mtodo-masnico.html



1 comentario:

  1. Q:.H:. Giovanni, me gustaría saber si tienes Temas o Trazados Arquitectónicos. Si fuera así por favor envíame a parinas56@gmail.com

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