lunes, 5 de septiembre de 2011

DESCUBRIENDO EL RITO FRANCES




Por: Fabian Velez

M:.M:.


A pesar de ser Colombia uno de los países latinoamericanos con mayor tradición masónica en latinoamerica, esta tradición se ha cimentado casi que en exclusiva en el R:.E:.A:.A:., pues salvo tenues incursiones del Rito de York (R:.Y:.) y la casi desconocida presencia del Gran Oriente de Colombia (G:.O:.C:.), es en los talleres que practican el escocismo donde se ha desarrollado la Orden a nivel nacional.


En efecto, hace mas de veinte años, el G:.O:.C:. recibió Carta Patente del Gran Oriente de Francia (G:.O:.F:.) para trabajar litúrgicamente en el R:.F:., constituyéndose en los solitarios pioneros del también denominado Rito Moderno en nuestras tierras y, solamente dos décadas después, la Federación Colombiana de Logias Masónicas (F:.C:.L:.M:.) ha incursionado en el tema.


Sin embargo, y pese a los esfuerzos de muchos HH:. estudiosos de este rito, poco o nada se conoce sobre el, al punto de incluso causar temor el practicarlo, dada la raigambre escocista de nuestras logias.


Haciendo un paneo histórico, encontramos que tradicionalmente se considera que el R:.F:. es un heredero directo de las practicas masónicas existentes hacia 1730 en las Islas Británicas, la de los denominados modernos, de donde paso a Francia para luego extenderse por Europa, siendo finalmente codificado en 1801 en la obra “Regulateur du Macon”, punto de partida de la literatura sobre el rito y su practica.


Antes de esa fecha, a Brasil había llegado la masonería francesa, introduciendo sus rituales en ese país en logias que, curiosamente, constituyen los más antiguos practicantes ininterrumpidos del Rito.


Detalle destacable, y apenas consecuente con la nación de la que toma su nombre, es el que hacia 1877, el R:.F:. se laicifica, marcando una diferencia determinante con sus remotos orígenes escocistas, abriendo así una insalvable brecha frete a la masonería anglosajona.


Sin embargo, el rito cae en desuso la propia Francia, subsistiendo en las colonias francófonas de esa nación y, como ya dijimos, en Brasil.


Una vez terminada la segunda guerra mundial, el G:.O:.F:. retoma el rito y se inicia un lento pero ascendente resurgimiento del interés masónico mundial en el tema, al punto que, en muchas regiones, se convirtió en estandarte de aquellos masones que, cansados de las características excluyentes de la mal llamada regularidad, se van paulatinamente volcando hacia el R:.F:., convirtiéndolo en icono de la independencia masónica.


Es de esa forma como llega a nuestro Oriente esta practica masónica que, incipiente y casi desconocida, se aloja en nuestra constitución en condición igualitaria con el R:.E:.A:.A:..


Dicen que no hay nada mas difícil de modificar que la inercia social, y este fenómeno lo ha padecido el R:.F:. en nuestra obediencia, al punto que los templos, que en principio fueron diseñados para la practica de esas liturgia, fueron paulatinamente retomando la conocida forma escocista, ante la dificultad que planteaba para los viejos masones el aprender unos nuevos saludos, marchas y palabras.


Ahora, cuando la mayor parte de los miembros de nuestra obediencia han visto la luz en nuestros talleres, surge un inusitado interés por este rito, siendo mas fácil de asimilar por aquellos HH:. que apenas comienzan su carrera masónica.


Hoy, la F:.C:.L:.M:. esta a punto de comenzar en firme, el desarrollo del R:.F:. en sus talleres, teniendo la gran oportunidad de formar una nueva generación de masones que aprendan y practiquen simultáneamente ambos ritos.


Para aquellos que nos formamos en exclusiva en los talleres escocistas, es un reto que debemos afrontar, nada fácil además, pues nos reenvía a aquellos tiempos en que apenas estábamos descubriendo nuestros augustos misterios. La disposición del templo, los nombres de las dignidades y las propias liturgias, nos muestran un universo masónico nuevo que debemos descubrir, y que de verdad, a mi modo de ver, se antoja muy interesante.


Por mi parte, y dada mi formación profesional, lo mas sorprendente ha sido encontrar una floreciente literatura sobre el tema, la cual nos esta llegando desde Europa y Brasil y que ofrece un panorama masónico que nos era totalmente desconocido


Así pues, nos llega ahora, renovado y con mucha fuerza este antiguo rito, en gran medida libre de dogmatismos y con algunas particularidades que, para aquellos que nos iniciamos y solo hemos trabajado en el R:.E:.A:.A:., llaman mucho la atención.


Es mi palabra,