domingo, 2 de mayo de 2010

LUCIFER Y LOS PREJUICIOS

Por: Fabian Velez
M:.M:.


“El sentido común es el conjunto de prejuicios acumulados a través de los siglos." EINSTEIN


En días pasados, en un evento social, cierta persona amiga de mi familia, de esas que la gente comúnmente denomina piadosas en referencia a su apego a la religiosidad, comenzó a hacerme una serie de preguntas que, inequívocamente, implicaban una preconcepción respecto de la actitud de la Orden frente a la religión.


Tengo por costumbre no embarcarme en ese tipo de discusiones que a nada conducen y trate de cambiar el tema, cuando de pronto mi interlocutor, conocedor de mi condición de masón, desesperado por mis evasivas, saco a relucir lo que realmente tenia en mente y soltó una frase lapidaria: “La masonería adora a lucifer”


Ante esto, simplemente le conteste que estaba equivocado, por que lo correcto era decir que la masonería era luciferina, respuesta que di casi de manera automática, pero me basto ver la expresión del rostro del contertulio, para darme cuenta que había quedado abismado o mas bien aterrorizado, ante mi respuesta.


Sin decir palabra, me dio la espalda y se alejó.


Al día siguiente, mi madre me informó que esa persona la había llamado para contarle sobre aquella conversación, y me pidió que le explicara a que me había referido al hacer semejante afirmación.


Aunque para mi la respuesta era clara, decidí profundizar en el asunto para poder dar una respuesta que fuera fácil de digerir o procesar para cualquier profano, y apenas comencé a investigar, me di cuenta que me enfrentaba a siglos de prejuicios frente a la palabra LUCIFER. De allí el nombre de esta plancha.


El DRAE define prejuicio como una opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal, y nada mas acertado para explicar todo el ideario que existe alrededor de Lucifer, definición que además me hizo tomar conciencia de que el planteamiento del asunto se torna impactante para el profano o el iniciado desprevenido que, de golpe, recibe un conocimiento para el que, a lo mejor, no estaba preparado pero, como decía ASIMOV, “Si el conocimiento puede crear problemas, no será a través de la ignorancia que podamos resolverlos.”


Visto lo anterior, iniciemos por decir que, etimológicamente, la palabra "Lucifer" viene del latín, formada por los vocablos lux (luz) y ferre (llevar) y significa "portador de luz".


Primera sorpresa para el desconocedor del tema, pues resulta que aquel a quien siempre ha reconocido como príncipe de las tinieblas, tiene un nombre que implica iluminación.


Y es que aquí asoma el primer prejuicio, la identificación de Lucifer como persona, lo cual nace de un simple error de traducción, que ya no aparece en ninguna Biblia moderna, pero que quedo tan enraizado en la mentalidad popular que aun causa escalofrío su mención.


El término fue utilizado a principios del siglo V por San Jerónimo, en la versión de la biblia denominada la Vulgata, que es una traducción de la Biblia al latín vulgar y toma su nombre de la frase vulgatae editionis (edición para el pueblo) que aparecía en la portada del texto.


El aparte en cuestión corresponde al libro de Isaías, capitulo 14, versículo 12, que en castellano dice: “¿Cómo has caído del cielo, astro rutilante, hijo de la aurora…”, y que fue traducido del hebreo al latín de la siguiente manera: ¿Quo modo cecidisti de coelo, Lucifer qui mane oriebaris?.. utilizando la palabra en estudio para traducir el término hebreo Helel, que literalmente traduce resplandeciente.


Con posterioridad, los expertos bíblicos pudieron concluir que la utilización de Lucifer, como nombre aplicado al diablo, se derivo, sin justificación alguna, de ese pasaje como una forma de relación con la apostasía y castigo de los lideres espirituales.


En realidad, el texto se refería a la caída del rey de Babilonia, sin embargo, en aquella época, algunos padres de la iglesia creyeron encontrar en aquellas palabras la descripción de la caída de Satanás, lo cual es un craso error, ya que Lucifer nunca es mencionado en las escrituras, ni hebreas ni griegas.


La anterior conclusión nos muestra otro tradicional prejuicio, ya que históricamente el término lucifer ha sido empleado como sinónimo de Satanás o Diablo, lo cual es incorrecto. Satanás significa desafiante o tentador, mientras que Diablo proviene del término griego dyábolon, el que desune, antónimo de symbolón, lo que sirve para unir.


Y es que, hasta ese momento, Lucifer como palabra o nombre, no evocaba nada maligno, al punto que hubo un Lucifer (fallecido en Cagliari en el año 370) que fue obispo de esa ciudad, ubicada en Cerdeña.


En la mitología griega, Prometeo es el Titán amigo de los mortales, honrado principalmente por robar el fuego de los dioses y darlo a los humanos para su uso. Esto lo acerca mucho a la figura de lucifer, considerado antiguamente como portador de la razón y el intelecto y enemigo implacable de la ignorancia. Precisamente, el mito griego de Prometeo relata un periplo similar al que fue seguido por el Ángel de la Luz.


Así las cosas, es mas que evidente que el termino Lucifer debe ser desligado de la imagen del diablo o maldad, y darle su real ubicación en el mundo del conocimiento.


Tan es así, que el libro bíblico del Apocalipsis o Revelación, capitulo 22, versículo 16, pone en Boca de Jesús las siguientes palabras. “Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana” Es decir que Jesus se identifica como portador de la luz, al paso que existen indicios de que algunas comunidades cristianas primitivas alcanzaron a utilizar, de forma esporádica el epíteto "lucifer" referido a Jesucristo, al que consideraban portador de la luz al mundo.


Lo anterior suena contradictorio, pero no es la Biblia la que se contradice, sino que fueron los traductores quienes confundieron el mensaje y crearon una terrorífica figura imaginaria que ha perseguido a los seres humanos en todas sus pesadillas, desde el momento en que, desde los pulpitos, se tomó una mala traducción, como explicación del mal sobre la tierra.


En realidad, la palabra lucifer, tal y como arriba vimos, significa traer la luz, y en ese sentido, nada se acerca mas a la masonería, que tiene entre sus fines primordiales, quitar el velo de la ignorancia de los ojos de los seres humanos.


Difícil labor la que la masonería asumió. Hemos sido victima de todo tipo de calumnias, y una de las mas conocidas fue la orquestada por Gabriel Hogand Pagés, mas conocido como Leo Taxil, quien en 1885 publico un libro titulado Los Hermanos Tres Puntos, en donde dijo que los masones se dedicaban al culto del diablo, que no significaba otra cosa que la glorificación de Lucifer.


El lunes de Pascua de 1897, en la sala de la sociedad geográfica de París, Leo Taxil confeso públicamente que durante doce años había engañado a los más altos dignatarios de la Iglesia católica, de quienes obtuvo muchos beneficios. A pesar de esto, las mentiras que el ideó, perduran en el tiempo y siguen siendo repetidas por aquellos que aun no logran entender que es la masonería, afirmando conocer a fondo el “culto que al diablo tributan los masones”.


Pero, ¿Cuál es la luz masónica? No es la que ilumina físicamente el templo, sino aquella que esclarece el espíritu y expande el alma, es la luz de la razón alumbrando la inteligencia que lleva al entendimiento, es la que aconseja destruir el fanatismo religioso y que, en ocasiones es tan fuerte, que no es aconsejable mirarla de frente sino se esta preparado para recibirla.


Los masones somos los custodios de la llama de la verdad y la razón; para nosotros la luz representa, simbólicamente hablando, a la ciencia y entendemos por dar la luz, al acto de iniciar a un profano. Es por ello que los miembros de la Orden nos reconocemos como hijos de la luz, simbolismo que establece una relación con Lucifer, entendido como portador de la luz o conocimiento.


Nada mas claro si se tiene presente que el origen de la masonería moderna en el siglo XVIII, ocurre en pleno auge y difusión de las ideas iluministas. Y además, es menester recordar que la masonería es esencialmente simbólica, y por ello, solamente aquel masón que asimile y entienda la semiótica del rito y el simbolismo como sistema de formación, podrá escuchar, sin sobresaltos, lo aquí dicho.



Bibliografia:


- Keil, C.F. y Franz Delitzsch, (edición 1982), Commentary on the Old Testament—Isaiah (Grand Rapids, MI: Eerdmans). (pp. 312-313).

- http://www.emisterios.com/4/2629/lucifer-verdadera-historia-angel-caido.html

- http://es.wikipedia.org/wiki/Lucifer,_Obispo_de_Cagliari

- http://etimologias.dechile.net/?lucifer

- http://www.amen-amen.net/RV1960/

- http://www.adventistbiblicalresearch.org/preguntasbiblicas/lucifer.htm

-http://universoluciferinopres.blogspot.com/2008/01/son-lucifer-y-satans-lo-mismo.html

- Guia De Oro del Francmason. Luis Umbert Santos

- http://glcentralcolombia.org/contradictores1.htm

- Diccionario de La Lengua Española - Vigésima segunda edición

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